Un año de cárcel para un mosso que voló los testículos de un sospechoso

Noticias Cuatro/ Agencias 18/12/2013 19:56

El hecho sucedió en 2008 cuando se le encagó al GEI (grupo especial de intervención) acudir a una operación para detener a dos sospechosos de extorsionar a personas para cobrar deudas de un tercero.

Los sospechosos conocían bastante bien las técnicas de artes marciales y poseían dos perros de raza peligrosa, por ello, el oficial de la operación le indicó que utilizase una granada aturdidora en caso de que fuese necesario.

Este tipo de dispositivo causa desorientación y pérdida temporal de la audición y del equilibrio cuando son detonadas cerca de una persona.

Cuando José Antonio Coscolín Mellado se negó a salir de su coche, el agente lanzó una granada hacia sus piernas, alegando que "temía que el vehículo embistiese la furgoneta policial". Coscolín, que en ese momento no se pudo levantar, recibió de lleno el impacto, volándole el testículo izquierdo y parte del derecho, y dejándole estéril.

Según el tribunal Supremo, el mosso infringió "las normas de cuidado más elementales" al lanzar el artefacto sobre el regazo de la víctima en un espacio de dimensiones muy reducidas,