De esta manera, la Sala consideró probado que sobre las 03.00 horas del 30 de mayo de 2015, C.G. acudió junto a su novia y un amigo al local, permaneciendo todos fuera del mismo.
Al poco tiempo, J.P.A. salió del pub para fumar, pidiéndole fuego a la novia del agresor. La mujer le dijo que no tenía y la víctima insistió, momento en el que C.G. atacó a hombre con una navaja que intentó clavar en su cuello.
J.P.A. se defendió impidiendo que le clavara el cuchillo y le dio un puñetazo, cayendo los dos al suelo. Entonces, C.G. continuó intentando agredir a la víctima mientras éste último se defendía con patadas y puñetazos. Finalmente, consiguió alcanzarle la vena femoral en la pierna.
Por su parte, otras personas que se encontraban en el bar los separaron, cesando la agresión, y auxiliaron a la víctima que sangraba por la herida del muslo, mientras que el acusado junto con su novia y su amigo emprendían la huída, siendo interceptados por la Policía, que había sido alertada por los clientes y empleados del pub.