En una sentencia de conformidad recogida por Europa Press, y que ha evitado la celebración del juicio con jurado popular, Alfonso Gregorio D. ha sido condenado a un año de prisión y a una multa de 630 euros por infidelidad en la custodia de documentos y 540 más por violación de secretos, además de su inhabilitación para empleo público por un total de cuatro años.
Todo se descubrió el 19 de julio de 2009 cuando la oficial del juzgado, la oficial de la procuradora y el abogado del propietario de la vivienda acudieron al domicilio en el que vivía el acusado para desahuciarlo, después de ordenarlo así un juzgado de El Vendrell (Tarragona).
Cuando la comitiva entró en el piso se encontró un total de 541 cartas sin repartir, de las que 138 estaban abiertas: el acusado había accedido a su contenido sin el permiso de los destinatarios y contenían entre otras cosas facturas, extractos bancarios y currículos.
La correspondencia de la que se apoderó Alfonso Gregorio D. tenía fecha de entre el 10 de noviembre de 2006 y el 20 de mayo de 2009, todas ellas con direcciones de Comarruga, según recoge la sentencia, que es firme al haberla suscrito todas las partes incluido el acusado.