En Comú no preguntará hoy a Santamaría, sino que pedirá cuentas a Catalá por la reforma del TC de 2015

EUROPA PRESS 15/03/2017 07:27

El pasado jueves, el portavoz parlamentario de En Comú, Xavier Doménech, registró una pregunta que dirigía a la 'número dos' del Ejecutivo con intención de que se pronunciara sobre la supuesta financiación ilegal del PP.

Y la presentaba justo dos días después de que PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos pidieran conjuntamente en el Congreso la puesta en marcha de una comisión parlamentaria para que investigue el 'caso Bárcenas'.

Sin embargo, En Comú ha decidido finalmente cambiar esa pregunta por otra que formulará al titular de Justicia, Rafael Catalá, una modificación que ha sido validada por la Junta de Portavoces del Congreso en su reunión de este martes.

"¿Qué piensa el Gobierno sobre la advertencia manifestada por la Comisión de Venecia del Consejo de Europa sobre la falta de neutralidad del Tribunal Constitucional, después de los cambios introducidos en octubre de 2015?", reza la pregunta que firma el portavoz de Justicia de Unidos Podemos, Jaume Moya.

"UN TIRÓN DE OREJAS" DEL CONSEJO DE EUROPA

En declaraciones a los periodistas antes de la reunión de la Junta de Portavoces, el 'número dos' de En Comú Podem en el Congreso, Josep Vendrell, ha explicado que el informe de la Comisión de Venecia supone "un varapalo y un tirón de orejas para el Gobierno" porque se pone de manifiesto que su reforma "vulnera la neutralidad del Tribunal Constitucional".

"Nos pone al mismo nivel de países como Turquía, Hungría, Moldavia o Kazajistán, que no son precisamente ejemplos de democracia. Es gravísimo que un organismo del Consejo de Europa le haya dado este varapalo al Gobierno español", ha enfatizado.

Este informe, junto con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que condena al expresidente de la Generalitat Artur Mas a dos años de inhabilitación por desobedecer al Tribunal Constitucional con la consulta sobre la independencia de Cataluña del 9 de noviembre de 2014, demuestra según Vendrell que existe un "grave problema" de "pérdida de calidad democrática" en España.