Después de diez años de proceso judicial, Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, ingresó este lunes en prisión. El que fuera hombre fuerte del PP en la Comunidad Valenciana durante años tendrá que esperar a que pasen sus primeros nueve meses en la prisión de Aranjuez, la que él mismo eligió para estar cerca de su familia, para poder pedir permisos a Instituciones Penitenciarias.
Fabra, condenado a cuatro años por cuatro delitos fiscales –no obstante, salió absuelto de las acusaciones de tráfico de influencias y de cohecho- tendrá que pasar en la cárcel, al menos, tres años. Fabra no pudo justificar el ingreso de 3,3 millones de euros entre 1999 y 2003.
El mismo día que ingresó en prisión, Alberto Fabra, presidente de la Comunidad Valenciana, dijo que aunque a “nadie nos hubiera gustado verlo en esta situación, pero al final se demuestra que la Justicia llega a todas las personas".