Probablemente la Infanta Cristina será la última persona que baje la rampa para enfrentarse al juez José Castro en el marco de la Pieza separa 25 del caso Palma Arena. La hija del Rey se convirtió en la imputado número 41 de esa pieza, conocida como caso Noos, pero no estará entre las 16 personas a quien la Fiscalía Anticorrupción pretende sentar en el banquillo y pedir hasta 132 años de cárcel
En esa lista sí está su marido, acusado de los delitos de malversación de caudales públicos, prevaricación, falsedad documental, fraude a la administración y fraude fiscal. Delitos cuyas penas suman 17 años de cárcel.
Sólo devolver el dinero, es decir, reparar el daño causado y también confesar su culpa podría reducir hasta cuatro o cinco años de prisión su petición de condena.
Con un delito fiscal menos, se encuentra Diego Torres. Su petición de condena suma 15 años de prisión, aunque podría aumentar si finalmente le imputan también un delito de blanqueo.
Otro que Anticorrupción quiere sentar en el banquillo es Jaume Matas. El ex presidente balear se enfrenta a los delitos de malversación, fraude y prevaricación, que suman condenas que oscilan entre los cinco y los siete años de cárcel.
A quien tampoco acusará la Fiscalía, además de a la Infanta, es su secretario, Carlos García Revenga. Anticorrupción no cree que participara activamente en los negocios turbios del Instituto Noos. En la misma situación podría encontrarse la esposa de Diego Torres, Ana María Tejeiro, después de que la Agencia Tributaria la desvinculara de la toma de decisiones en las sociedades de su marido.
Entre la lista de los 16 que Anticorrupción pretende sentar en el banquillo, se encuentran tres arrepentidos, que verán atenuadas sus peticiones de prisión. Entre ellos el ex regatista olímpico y ex amigo de los duques de Palma Pepote Ballester.