El consejo delegado de la compañía, Satoshi Tsunakawa, indicó que la multinacional analiza diversas alternativas, aunque evitó abordar la posibilidad de que la filial acabe declarándose en bancarrota acogiéndose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de EEUU.
Por otro lado, Toshiba informó de que ha recibido autorización para retrasar la publicación de sus cuentas del tercer trimestre hasta el próximo 11 de abril, en vez de este martes, cuando tenía previsto anucniar sus resultados después de haber logrado un primer aplazamiento el pasado 14 de febrero.
Las acciones de Toshiba han cerrado la sesión de este martes con una subida del 0,46%, hasta los 215,9 yenes, un precio que supone una depreciación del 51% desde que la compañía anunciase el pasado 26 de diciembre que el deterioro en el valor de los activos adquiridos por Westinghouse tendría un impacto negativo de miles de millones.