Así lo pone de manifiesto la agencia S&P, en un informe publicado recientemente sobre el potencial impacto del anuncio The Walt Disney de lanzar, en 2019, su propio servicio de transmisión de contenido multimedia por Internet, en el ecosistema de televisión de los Estados Unidos.
Según S&P, la división será más notable entre aquellas compañías grances propietarias de derechos intelectuales y de bancos de contenidos y las que no, que son meras distribuidoras.
Como ha recordado la agencia de rating, Disney anunció que lanzaría en 2018 un servicio de streaming que complementaría a ESPN; y un over-the-top (OTT), es decir, un servicio de streaming de marca Disney con contenido de todos sus grandes estudios cinematográficos (Estudios Disney, Pixar, Marvel y Lucasfilm, pero excluyendo a la televisión ABC y Freeform) en 2019.
"Creemos que el anuncio de Disney es un paso importante en la evolución de la industria de la televisión estadounidense", ha afirmado el analista de S&P Global Ratings Naveen Sarma. Disney ha sido un firme defensor de la televisión de pago.
Según defendió Disney el pasado mes de agosto, el servicio le dará a "un mayor control" sobre su "propio destino en un mercado rápidamente cambiante". Así lo explicó el presidente ejecutivo Bob Iger a analistas en una conferencia telefónica, describiendo la decisión como una "estrategia de crecimiento enteramente nueva" para la compañía.