En concreto, los beneficios del negocio industrial del grupo experimentaron un aumento del 8%, alcanzando así los 9.453 millones de euros, con crecimiento de dos dígitos en las divisiones de Building Technologies, Digital Factory, Mobility y Process Industries and Drives.
Asimismo, los pedidos alcanzaron 85.669 millones de euros, que supone un descenso del 1% respecto al año anterior, al tiempo que los ingresos crecieron un 4%, situándose en 83.049 millones de euros.
Excluyendo el efecto tipo de cambio y los efectos de cartera, los pedidos descendieron un 2%, compensado por el crecimiento del 3% en los ingresos.
El beneficio por acción fue de 7,44 euros y el consejo de administración ha propuesto a la junta de accionistas pagar un dividendo de 3,70 euros por acción, un 10% más que en 2016.
"La mayoría de nuestros negocios son ahora más fuertes que nunca y están bien preparados para la era digital. Ahora bien, tenemos mucho trabajo por delante para el año fiscal 2018. Aprovecharemos todas las oportunidades que se nos presenten en el mercado y afrontaremos los retos con cuidado, responsabilidad y rigor", ha resaltado el presidente y consejero delegado de Siemens AG, Joe Kaeser.