Sin embargo, el beneficio subyacente de Shell a costes corrientes de suministro alcanzó en el conjunto del pasado ejercicio un total de 3.533 millones de dólares (3.271 millones de euros), un 8% menos que en 2015.
La cifra de negocio de la petrolera anglo holandesa en 2016 sumó un total de 240.033 millones de dólares (222.253 millones de euros), un 11,8% por debajo de la facturación registrada un año antes.
En el cuarto trimestre, Shell obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.541 millones de dólares (1.427 millones de euros), un 64% más que en el mismo periodo de 2015, mientras que su resultado a costes corrientes de suministro retrocedió un 44%, hasta 1.032 millones de dólares (955 millones de euros).
Por su parte, la cifra de negocio de la compañía petrolera entre octubre y diciembre alcanzó un total de 67.092 millones de dólares (62.122 millones de euros), un 11,5% más.
"Estamos transformando Shell y logrando una buena evolución del flujo de efectivo en el trimestre con más de 9.000 millones de dólares de flujo de caja", declaró Ben van Beurden, consejero delegado de Shell quien destacó que la compañía ha logrado reducir su deuda por segundo trimestre consecutivo.
De cara al futuro, Shell pretende seguir fortaleciendo su cartera y marco financiero durante 2017. "Nuestra estrategia está comenzando a dar resultado y en 2017 invertiremos unos 25.000 millones de dólares (23.148 millones de euros) en proyectos de alta calidad y resiliciencia", añadió Van Beurden.