Ruiz-Mateos acude al juzgado en Mallorca para evitar ser detenido y se niega a declarar

cuatro.com 24/01/2012 11:15

El empresario José María Ruiz-Mateos ha asegurado que se siente "orgulloso y feliz" por haber trabajado "siempre para la clase obrera", al tiempo que ha asegurado que no se "arrepiente de nada", ya que "la culpa de todo la tiene un banquero y el Banco Santander", refiriéndose así a su imputación por una presunta estafa de 13,9 millones de euros a Inversiones Grupo Miralles (IGM) en la compraventa de un hotel. El empresario se ha acogido a su derecho a no declarar. Si hoy no hubiese comparecido habría sido detenido.

Tras su comparecencia ante el Juzgado en calidad de imputado, Ruiz-Mateos ha hecho el símbolo de la victoria con las manos y ha afirmado que su imputación en este caso es una "pena", al tiempo que ha dicho que es un "cachondeo integral". "Son unos malvados y se trata de una victoria triunfante y victoriosa y, si me crucifican, más, maricones", ha espetado el fundador de Nueva Rumasa.

Posteriormente, a las 10.50 horas, Ruiz-Mateos se ha dirigido al Juzgado de Instrucción número 9 de Palma para ser interrogado, también en calidad de imputado, por otra supuesta estafa de 7,3 millones de euros a Inversiones Insulares Radó en las operaciones de compraventa de dos hoteles.

El juez de Instrucción número 9, Enrique Morell, decretó este mes la prohibición de salir del territorio nacional y la obligación de comparecer cada quince días en dependencias judiciales a los seis hijos varones de Ruiz-Mateos, a raíz de la denuncia interpuesta contra ellos por la familia mallorquina Radó por presuntos delitos de estafa, falsedad en documento mercantil y estafa procesal.

En concreto, la familia Radó estima que Nueva Rumasa le adeuda 7,34 millones de euros por la compra de las acciones que poseía en las sociedades que explotan dos hoteles 'Beverly', lo que le llevó a interponer una denuncia ante la Fiscalía de Baleares contra los Ruiz-Mateos por presunta estafa en la operación de compraventa de las dos instalaciones hoteleras.

A su llegada a los Juzgados, el empresario ha recalcado que Botín es el "verdadero culpable" y ha censurado que "aquí no hay caridad, ni justicia, ni leches, ya que han robado a Rumasa por segunda vez".

El empresario, quien ha sido recibido a las puertas de los juzgados por una decena de curiosos y una quincena de periodistas, ha afirmado que se siente "orgulloso, satisfecho y feliz de haber trabajado para la clase obrera", al tiempo que ha criticado que le han "obligado" a venir a Palma "a la fuerza", por lo que ha criticado que "no hay justicia".