De esta forma, frente a las expectativas del mercado de un aumento del 0,1%, la producción de las fábricas, minas y empresas de servicios estadounidenses retrocedió por primera vez en siete meses y marcó así la mayor caída desde mayo de 2009.
Según apunta la Fed, la mayor parte de la caída corresponde al cierre de refinerías de toda la costa del Golfo de México, así como a la detención de la actividad de producción de gas y petróleo en Texas.
"El impacto de las tormentas parecen haber reducido la tasa de cambio en la producción de las fábrica en agosto alrededor de 3/4, mientras que la industrias más afectadas fueron las de refino de petróleo, de productos químicos orgánicos y de materiales plásticos y de resina", apuntó el banco central en un comunicado.
En concreto, la producción minera cayó un 0,8%, debido a la restricción temporal por 'Harvey' de realizar perforaciones. Por su parte, la producción de los servicios retrocedió un 5,5%, debido fundamentalmente a "unas temperaturas moderadas que redujeron la demanda de aire acondicionado". Al mismo tiempo, la producción manufacturera cayó un 0,3%.