Las menores plusvalías lastran un 27% el resultado semestral de las empresas no financieras

EUROPA PRESS 21/09/2017 12:45

Este retroceso contabilizado durante el primer semestre del año en el resultado de las empresas no financieras se explica por el impacto negativo del curso de las partidas no recurrentes, con motivo de las menores reversiones por deterioro y al descenso de las plusvalías, asociadas, en ambos casos, a activos no financieros.

Durante el primer semestre de 2017, el valor añadido bruto (VAB) de estas compañías experimentó un retroceso del 0,5%, frente a la mejora del 2,7% de dichos meses del año previo. Esta bajada, según el Banco de España, se debe al impacto del comportamiento desfavorable de algunas empresas muy grandes con un peso destacado en la muestra, concentradas, principalmente, en el sector energético.

Sin contar esta rama, el VAB de las empresas no financieras hubiera experimentado una progresión semestral del 2,2%, una cifra cercana al 2,1% contabilizado en dichos meses del ejercicio precedente.

Además, el resultado ordinario neto (RON) registrado por dichas empresas en los seis primeros meses del año actual creció un 1,8% interanual, impulsado por la evolución favorable de los ingresos financieros, gracias a los mayores dividendos recibidos, y por la reducción de los gastos, sobre todo de los costes medios de financiación.

"La dinámica de los gastos e ingresos financieros favoreció un ligero incremento de los beneficios ordinarios, que, no obstante, no fue suficiente para evitar que los niveles agregados de rentabilidad ordinaria se redujeran en el período", añadió la entidad presidida por Luis María Linde.

CRECE EL EMPLEO, PERO SOBRE TODO EL TEMPORAL.

El Banco de España destacó que, según la información de su Central de Balances, el empleo en este tipo de empresas mantuvo una tendencia creciente en la primera mitad del año, con una progresión interanual del 2%, en comparación con la subida del 1,6% del mismo período de 2016.

En relación con los tipos de contrato, el empleo temporal fue el que contabilizó un mayor crecimiento entre enero y junio de este año, con una progresión del 8,1%, frente a la subida del 0,8% obtenida por el empleo fijo.