Así lo refleja su informe de coyuntura de España correspondiente al tercer trimestre, que destaca que la economía española "mantiene un buen comportamiento a nivel macroeconómico en el tercer trimestre de 2017", con un crecimiento que "desacelera ligeramente" pero muestra "señales positivas" en su parte final, pero que podría verse frenado.
En concreto, el Instituto ha advertido de que este posible impacto puede ser mayor en el sector inmobiliario, que hasta julio registraba un comportamiento muy dinámico, así como en el turismo.
Por otra parte, ha explicado que el déficit público se reduce a un ritmo acorde con los compromisos a cierre de 2017 gracias al aumento de los recursos no financieros a una tasa interanual cercana al 5%, frente a unos gastos prácticamente planos, por lo que ve "bastante probable" que se cumpla el objetivo del 3,1% de déficit sobre el PIB.
En cuanto al sistema bancario, ha indicado que el volumen de activos ha repuntado desde mínimos en los últimos dos meses hasta alcanzar en julio los niveles máximos de 2017, que todavía están por debajo de los niveles de todo 2016. En este contexto, cree que el desapalancamiento del sector "no debe estar lejos", a pesar de que ha observado "un deterioro en el ritmo de recuperación" de la financiación de las empresas.
Por último, ha señalado que el mercado de bonos español, pese a la volatilidad de corto plazo, "tampoco se ha visto muy afectado" por el devenir del proceso independentista. Asimismo, la confianza de los agentes económicos "continúa mejorando, pero a menor ritmo que la del conjunto de la zona euro", mientras que las bolsas europeas han subido, a la vez que el Ibex 35 ha presentado un comportamiento "ligeramente negativo" en los últimos meses.