"Claramente, las firmas esperan que los buenos tiempos persistan", declaró Chris Williamson, economista jefe de IHS Markit, destacando que las empresas se muestran más optimistas sobre el futuro que en ningún otro momento desde la crisis de la deuda de la zona euro ante la fortaleza de la demanda tanto en el mercado interno como en los mercados de exportación, mientras la debilidad del euro proporciona tracción adicional para impulsar las ventas.
"Dado el actual entorno boyante de la demanda, los fabricantes están dando de lado a la incertidumbre
política y tranquilamente se están concentrando en el crecimiento de sus negocios", añadió el experto.
Por otro lado, aunque la debilidad del tipo de cambio del euro fue un estímulo para la competitividad de las exportaciones, también fue un factor importante que impulsó los precios de compra, ya que los costes medios de los insumos aumentaron a la tasa más rápida desde mayo de 2011 y las empresas informaron del encarecimiento de muchas materias primas. De este modo, los precios medios cobrados aumentaron a la tasa más fuerte en más de cinco años y medio.