En una gasolinera de Barcelona, el precio del litro varía dependiendo de si es de día o de noche. Si se hace de noche, el conductor puede llegar a ahorrarse hasta cuatro euros, así que muchos esperan a la noche para repostar y llenar el depósito. Al no haber personal, el precio es 15 céntimos por litro más barato que en una gasolinera convencional.