El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha reiterado su intención de volver a sacar de nuevo a concurso las ocho autopistas quebradas, una vez que sean liquidadas y reviertan al Estado al concluir los procesos de concurso de acreedores en que están inmersas.
Con su nueva concesión a empresas privadas, Fomento busca "compensar" el coste de su rescate, una factura que el Estado estima en menos de 3.000 millones de euros, pero que el sector eleva a hasta 5.000 millones.
Además, con su nueva contratación, el Estado se ahorrará los 65 millones de euros anuales que supone el mantenimiento y el coste operativo de las autopistas, según aseguró de la Serna en el pleno de control al Gobierno del Senado.
El ministro confirma de esta forma el cambio de estrategia para estas vías respecto a la anterior Legislatura, cuando se planteaba que el Estado se quedara con ellas y las gestionara.
De la Serna considera que en el momento en que las autopistas salgan de nuevo a concurso, las "condiciones serán diferentes", dadas las modificaciones legislativas que el Gobierno del PP realizó en la anterior Legislatura para que estas infraestructuras no vuelvan a caer en una situación de insolvencia.
Además, indicó que en la actualidad estas vías ya arrojan un Ebidta positivo y un aumento "positivo" del tráfico del 10%.
El titular de Fomento aseguró que el objetivo último del Gobierno es que las autopistas se puedan seguir utilizando, que estén "disponibles para quien desee usarlas", además de "minimizar al máximo" el impacto de la quiebra en las arcas públicas, esto es, "a todos los ciudadanos y al conjunto de la sociedad".
Así, durante su intervención en la Cámara Alta señaló que ya están trabajando para preparar a la Administración para asumir las autopistas y volver a licitarlas.
Las ocho autopistas en quiebra e inmersas en procesos concursales desde 2012 son las cuatro radiales de Madrid, la que enlaza la capital con el aeropuerto de Barajas, la Ocaña-La Roda, la Madrid-Toledo, la Cartagena-Vera y la circunvalación de Alicante.