La agencia estadounidense de calificación de riesgo Moody's ha degradado la deuda del país luso a "bono basura" por el creciente riesgo de que la economía lusa necesite un segundo rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional. La agencia duda que la economía portuguesa sea capaz de alcanzar sus objetivos de reducción del déficit hasta el 3% del PIB en 2013. Este miércoles, Portugal sacará a subasta una nueva emisión de deuda que podría pagar muy cara, en la última el interés rozó el 5%.
Con el riesgo de que Portugal tenga que pedir más ayuda en el aire, el país luso regresa a los mercados con una subasta de entre 750 y 1.000 millones de euros en bonos a tres meses. Ésta será la primera emisión del tercer trimestre del año, en el que Lisboa tiene previsto subastar entre 4.500 y 6.750 millones de euros.
El Servicio a Inversionistas de Moody's redujo su calificación en un escalón, de Baa1 a Baa2, y señaló en un informe que ha aumentado la posibilidad de que Portugal no pueda conseguir financiamiento en los mercados de capital en el 2013, como tiene previsto.
Como resultado, la calificadora dijo que el país posiblemente necesitará nueva asistencia financiera, además del rescate por 78.000 millones de euros (113.000 millones de dólares) que recibió a principios de año, a la par de que los bancos deban asumir algunas pérdidas.
En un comunicado, Moody's informó además de que mantiene bajo vigilancia con perspectivas negativas, que pueden suponer nuevos descensos, al Estado portugués, que este miércoles vuelve al mercado para emitir unos 1.000 millones de euros en deuda a corto plazo.
La agencia cree que el país necesitará una segunda ronda de financiación oficial antes de que pueda volver a los mercados y advierte de que existe una mayor probabilidad de que se exija como condición para la misma la participación de los acreedores del sector privado.
Este descenso de nota es el primero que sufre el nuevo Gobierno conservador luso que encabeza el primer ministro Pedro Passos Coelho, triunfador de las elecciones anticipadas del pasado 5 de junio, que se quejó de inmediato de la decisión.