La cifra de negocio del banco helvético entre enero y junio ascendió a un total de 9.746 millones de francos suizos (8.955 millones de euros), un 28,3% por debajo del dato del primer semestre de 2015.
En el segundo trimestre, Credit Suisse obtuvo un beneficio neto atribuido de 170 millones de francos suizos (156 millones de euros), un 83,8% menos que un año antes, mientras sus ingresos disminuyeron un 26,5%, hasta 5.108 millones de francos suizos (4.694 millones de euros).
"Seguimos ejecutando nuestra estrategia con disciplina, rebajando más nuestra base de costes (...) Nuestro ajuste de costes progresa y trabajamos duro para construir un banco más flexible, resiliente y eficiente adecuado para el nuevo marco regulatorio posterior a la crisis", declaró Tidjane Thiam, consejero delegado de Credit Suisse.
No obstante, el máximo ejecutivo del banco suizo se mostró cauto en las perspectivas de futuro para Credit Suisse en la segunda mitad del año en vista de la incertidumbre generada por significativas preocupaciones geopolíticas y macroeconómicas, "reforzadas hace unas semanas por el resultado del referéndum del Reino Unido".