En concreto, ha aprobado un plan de 255 millones de euros que concede subsidios a los operadores de transporte ferroviario, con el objetivo de apoyar un transporte menos contaminante y descongestionar así las rutas por carretera.
Bruselas ha tenido en cuenta que se trata de un programa abierto a todas las empresas del ferrocarril dedicadas al transporte de mercancías en Italia y también que la medida beneficiará especialmente al sur del país, en donde existe un fuerte desequilibrio entre las conexiones por carretera y por tren.
El segundo plan respaldado por el Ejecutivo comunitario, llamado 'Marebonus', asigna 138 millones de euros a medidas para animar a dejar las carreteras por el transporte marítimo, como por ejemplo la mejora de las conexiones marítimas o el desarrollo de nuevos servicios. La ayuda deberá limitarse a la cobertura de ciertos costes adicionales vinculados a la transición a un modo de transporte más sostenible.
En ambos casos, la Comisión ha concluido que las iniciativas no plantean problemas de competencia en el mercado comunitario.