Bruselas tiene la sospecha de que las empresas inspeccionadas han violado el artículo de los tratados que prohíbe prácticas contrarias a la competencia como la fijación de precios o la asignación de consumidores, según ha informado en un comunicado.
Las inspecciones forman parte de la misma investigación que llevó al Ejecutivo comunitario a efectuar otras inspecciones también sin previo aviso en marzo del pasado año a compañías del mismo sector.
La Comisión Europea ha detallado que inspecciones de esta naturaleza son un paso preliminar cuando existe la sospecha de que se han desarrollado prácticas contrarias a las normas europeas de competencia. No obstante, Bruselas ha indicado que no significan que las compañías sean culpables ni prejuzgan el resultado final de la investigación.
Por último, Bruselas ha indicado que no dispone de una fecha límite para completar su investigación y ha añadido que la duración depende de varios factores, como la complejidad de cada caso, el nivel de cooperación de las empresas involucradas y el ejercicio de sus derecho de defensa.