El presidente de ATA, Lorenzo Amor, indicó, en un comunicado, que un IPC negativo tiene sus "pros y sus contras" y, entre las ventajas, destacó que se reducen los costes fijos que soportan los negocios de los autónomos y, por lo tanto, pueden mejorar la competitividad de las empresas y bajar los precios, lo que alienta al consumo.
Además, afirmó que no debe preocupar tanto que el IPC siga en negativo algún tiempo, ya que ha contribuido a mantener el crecimiento económico porque ha ayudado e incentivado a la demanda interna por unos precios "moderadamente bajos".