Los preferentistas, que han permanecido en el exterior del edificio hasta que han finalizado las asambleas y que, entre otras cosas, portaban chorizos, han manifestado que su situación "ha empeorado" tras el canje --el voluntario del banco y el impuesto por el FROB--, ya que ahora tienen acciones "de un banco que no tiene ningún futuro" y, además, cotizan en Bolsa por "menos de la mitad" del valor por el que se las vendieron (unos 40 céntimos frente a 1,11 euros).
Por su parte, los empleados --que han permanecido una hora en el lugar, donde también había en torno a una quincena de policías-- han portado una pancarta en la que expresaban que "la plantilla no puede ser la única que pague el ajuste", y con la han pedido que no se suspendan contratos, no se cometa el "salvaje recorte salarial" y han exigido "soluciones negociadas".
Además, representantes de la sección sindical de CC.OO de Caja Cantabria se han 'colado' al inicio de la asamblea ordinaria y han posado ante la mesa presidencial, en la que ya estaba sentado el presidente, Eduardo Zúñiga. Allí, han desplegado carteles en los que podía leerse "luchamos contra los recortes de Liberbank: aplaude" y, tras aplausos de los asistentes, han girado los letreros para pedir a "Zúñiga, de Caja Cantabria y accionista de Liberbank" que les apoye. A la salida del edificio han vuelto a desplegar los carteles, y los afectados por las preferentes han respondido llamándoles "chorizos" y "culpables".
Asimismo, el presidente del comité de empresa, Manuel Elorza (UGT), ha explicado a los periodistas que este jueves se reunirán representantes de su sindicato y de CC.OO con el director del FROB para intentar obligar a Liberbank a retomar las negociaciones sobre el ERTE "de buena fe". Se trata, ha dicho, de "un último recurso para arreglar las cosas" ya que, de lo contrario, acudirán a los tribunales.