Pagar con cheques de comida puede ser menos habitual a partir de ahora ya que desde enero tanto el trabajador como la empresa tienen que cotizar por el importe de los vales, que antes estaban exentos. Y no son los únicos beneficios sociales afectados; por los cheques guardería, los seguros médicos privados, los pluses de transporte o las aportaciones a los planes de pensiones también se tendrá que dar cuenta a Hacienda. Según el Gobierno, la medida pretende evitar el uso indiscriminado de estos productos con el único objetivo de reducir la base de cotización. Incluirlos en ella beneficiará dice a los trabajadores. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, ha asegurado esta mañana que “a mayor cotización los trabajadores tienen más protección social, tanto en lo referente a las prestaciones como por lo que se refiere a las futuras pensiones”. La ministra ha enviado además un mensaje a los empresarios a los que ha pedido que carguen los beneficios sociales a los resultados de sus compañías y no a la Seguridad Social. Es su respuesta a las críticas de la CEOE que ayer pidió retirar la medida y aseguró que pone en riesgo la incipiente recuperación económica. El Gobierno prevé recaudar con ella 900 millones anuales para reforzar el sistema de Seguridad Social.