En total llevaba consigo desde Santiago de Chile más de cuatro mil quinientos kilos de coca, escondidos también en taburetes de madera y latas de cerveza.
La policía cree que la lesión había sido provocada para no levantar sospecha. El hombre, de 66 años, que tuvo que ser intervenido quirúrgicamente, se recupera en un hospital custodiado por la policía.