Ya se ha dado el último adiós a Eduardo Puelles

Cuatro/CNN+ 19/06/2009 09:28

A las dos de la tarde ha concluido en la iglesia de San José de la montaña, en Bilbao, el funeral por Eduardo Puelles, la ultima victima de ETA. El féretro con los restos del inspector de policía llegaba a hombros, cubierto por la bandera de España y seguido por algunos familiares. Lo hacia entre aplausos, los mismos que lo han despedido a la salida del templo.

En el interior de la iglesia, le esperaban algunas de las autoridades que han asistido al oficio. Entre ellas, los Príncipes de Asturias o la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega, que han consolado a los familiares del inspector asesinado por ETA.

'Por la libertad, ETA no, askatasuna'

Horas más tarde, a las seis, también el lehendakari encabezará la manifestación por las calles de Bilbao para condenar el atentado. Una movilización ciudadano que partirá desde la plaza del Sagrado Corazón y finalizará en el ayuntamiento de la capital vizcaina. Una manifestación bajo un lema 'Por la libertad, ETA no, askatasuna'.

Para finalizar la manifestación será Patxi López el que lea un manifiesto en el que expresará, en nombre del Gobierno Vasco y de la inmensa mayoría de la sociedad vasca, la máxima condena y repulsa a este nuevo atentado de la banda terrorista. Rodolfo Ares acompañará al lehendakari, como también lo hará la conse3jera de justicia y portavoz del Gobierno Vasco, Idota Mendia.

Luchaba día tras día para acabar con ETA

Eduardo Puelles García tenía 49 años, estaba casado y era padre de dos hijos. Residía "de toda la vida" en la zona donde ha sido asesinado. La explosión de la bomba fue oída por su mujer, que desde el primer momento estuvo segura de que su marido era la víctima y sufrió una crisis nerviosa, por lo que ha debido ser trasladada a un hospital.

Según un testigo presencial de la explosión, Eduardo Puelles se encontraba, a las 9:05 horas de este viernes, dentro de su coche, ya arrancado, en el aparcamiento exterior de la calle Santa Isabel, en el límite de Arrigorriaga con Bilbao.

El cuerpo del agente quedó dentro de su vehículo, que tenía "placas reservadas" por ser un miembro de las Fuerzas de Seguridad, y el cadáver resultó totalmente calcinado. Eduardo Puelles García era inspector desde abril de 2002 y pertenecía a la Brigada de Información de Bilbao, la unidad de la Policía encargada de la lucha antiterrorista.