Victor Ullate orgulloso de cómo baila su hijo Josué en su moderna Carmen: "Mi hijo es mucho hijo"

CHANCE 11/09/2017 19:09

Hemos tenido el gusto de hablar con unos de nuestro mejores coreógrafos a nivel nacional e internacional -aunque siempre ha trabajado aquí- para que nos contara de primera mano por qué, y cómo y en qué consiste esa Carmen de Bizet tan mágica que ha creado... en la que ha trabajado mano a mano con su hijo Josué Ullate que da vida a Don José a sus 24 años.

- ¿La danza es la verdadera castigada de las artes escénicas?

- Sí, verdad, es verdad. Por eso a lo largo de todos estos años he recibido proposiciones para dirigir compañías en el extranjero y siempre decía "habéis llegado un poco tarde, porque las cosas aquí están por hacerse". Yo soy español, tengo que hacer cosas aquí que no las hay. Entonces siento que necesito estar aquí antes que en otros sitios. Lo que faltan son buenos directores, coreógrafos, maestros y la verdad es que me han ofrecido siempre cosas muy interesantes, pero había que tomar una decisión: quedarte aquí y hacerlo aquí en tu tierra, en tu país, o irte fuera. Yo opté por hacerlo aquí, quedarme, pese a las trabas, a las envidias, a muchas cosas que no me han importado. He dicho, "bueno, allá tú". Yo sigo y adelante, venga, como sea...

- Pero, ¿es apta para todos los públicos? Porque claro, cuando has dicho lo del puticlub...

- Bueno...

- Hay gesto muy sexuales...

- Es que la esencia de 'Carmen' es esa, la liberación de la mujer porque sí. Hoy en día es tan importante... ¿Por qué un hombre tiene la libertad de irse y acostarse y hacer lo que le de la gana... y una mujer por qué no? El ser humano es igual, tanto para la mujer como para el hombre. ¿Por qué no puede haber travestis y otro tipo de gente? Es la libertad sexual, eso es lo que yo he querido dar a entender. Nada de perjuicios y tonterías, ¿no?

- Entonces, ¿hay una edad mínima?, ¿no todo el mundo lo puede ver?

- (Se ríe) Vente y ves qué pasa. Pero bueno, está hecha con mucho cariño, es muy sutil, no es grotesco, no es vulgar. A mi las cosas vulgares no me gustan. Es como el flamenco, todos mis bailes tienen la esencia del flamenco. Yo no hago flamenco, pero todo tiene ese aire español.

- ¿Se van a escuchar las míticas sinfonías de 'Carmen' de Bizet?

- Sí, hay partes que sí. Yo creo que casi todas. La parte, digamos, no cantada sí. Está el Dueto de amor de Michaela que es una maravilla. Pero hay otra parte de la que se ha encargado Pedro Navarrete, que está muy divertida.

- ¿Cuál es tu parte favorita?

- ¿De 'Carmen'? Hay varias, fíjate. Me río muchísimo cuando las mujeres de mundo aparecen con tacones, y entonces van al público y cuentan... Esa parte está muy bien. Me gusta mucho 'La cárcel', porque es un tango y está tan bien cuando cada mujer liberada baila... Yo creo que todo el ballet en sí me gusta. Todas las partes me gustan.

- Bueno, eso es lo importante.

- Pues sí, porque si haces un ballet y en una parte dices "¡Ay, qué bien!", pero si en otra parte baja la intensidad de emoción ya decae el ballet. Un ballet tiene que ir in crescendo.

- Tú me decías que para construir el personaje te inspiraste en una modelo. ¿Qué modelo te puede inspirar?

- Bueno, hay modelos bellísimas, Naomi Campbell, por ejemplo. También Cindy Crawford es maravillosa. Es decir, es modelo guapísimas. Claudia Schiffer que, además, es una mujer muy interesante... A mí me gusta todo lo bello, ya sea en mujer o en hombre. Es decir, que cuando la belleza está, hija, está.

- ¿Escribiste el papel protagonista pensando en tu hijo? ¿Cómo fue aquello?

- Es que mi hijo es mucho hijo. Aparte de que como tío es un bellezón, tiene fuerza y mucha sensibilidad. Es un hombre con unas cualidades muy especiales, es decir, no es un chico de a pie. Además tiene una preparación musical, una preparación en cuanto a la vida. Es decir, está preparado.

- A pesar de su juventud, se le ve muy maduro.

- Sí, es muy maduro en el escenario porque está acostumbrado a hacer primeros roles desde hace mucho tiempo y salir al escenario...

- Está acostumbrado a verte en casa todos los días, ¿no? Es a lo que te refieres...

- (Entre risas) Sí, bueno, nadie es una máquina. Unos días tienes menos ganas, otros días tienes más energía... Pero en cuanto a bailarín como a persona. Lo bueno que tiene cuando creas es que tú haces un movimiento y el bailarín no lo capta del todo pero le queda bien ese movimiento, mejor que el que tú has hecho. Por eso, digamos que es un tira y afloja. Mi gran maestro, ese gigante que fue de la danza Maurice Béjart creaba en nosotros, creó en mí. Por eso es un tira y afloja, tú le das al bailarín pero el bailarín también te da a ti. Es muy enriquecedor.

- ¿Luego no acabáis diciendo, tú necesitas tu espacio y yo necesito el mío?

- Sí, es que eso es así. En casa no hay espacio casi para la danza porque él quería otra cosa, y yo también. Cuando estás hablando de ballet día y noche llega un momento que no... Es mejor separar. Aunque la danza no es un trabajo para mí, sino que es un hobby, pero sí hay que separar. Hay que hablar de otras cosas. No puedes estar siempre con lo mismo.