Así lo ha dado a conocer Catawiki, el portal dedicado a las subastas online de artículos singulares, que ha detallado que la obra es de origen francés, y lleva por título 'Égypte, Nubie, Palestine et Syrie', siendo uno de los primeros libros ilustrados de la historia con fotografías originales.
En este sentido, la compañía ha indicado que, a lo largo de sus 61 páginas, Du Camp escribe algunas narraciones sobre su viaje por estos territorios y lo documenta con 125 fotografías en las que inmortalizó, a través de sus objetivos, monumentos, ruinas y sitios arqueológicos de Egipto, Nubia, Palestina y Siria que visitó en su expedición a esta región a lo largo de los años 1849, 1850 y 1851.
Sobre las fotografías, ha detallado que destacan por su color cálido y una luz especial y en ellas se puede observar desde algunas localizaciones de El Cairo, las conocidas pirámides de Egipto, las murallas de Jerusalén o la mezquita de Omar, entre otras muchas. Para la publicación de las fotografías se empleó el procedimiento de Blanquart-Evrard, que a mediados del siglo XIX desarrolló una técnica de impresión en fibra de papel que permitía acelerar el proceso de impresión de fotografías.
Asimismo, ha indicado que el libro, a pesar de tener 165 años de antigüedad, se encontraba en perfecto estado. "Por tratarse de una primera edición, algo muy difícil de encontrar hoy, la obra alcanzó rápidamente un elevado valor de subasta, consiguiendo que un ciudadano londinense se lo haya adjudicado tras pagar por él casi 37.999 euros para ser exactos", ha apuntado la compañía de subastas.
Respecto a Maxime Du Camp, ha explicado que fue uno de los primeros fotógrafos de viajes de la historia. Esta obra subastada se basa en un proyecto de documentación e investigación arqueológica que solicitó al Gobierno francés, y que le fue concedido con el objetivo de documentar todo ese pasado glorioso de Egipto, Mesopotamia y la Tierra Santa.
Según la casa de subastas 'online', Du Camp carecía de conocimientos sobre fotografía y antes de emprender su viaje acudió a un curso sobre calotipos en el estudio fotográfico de Gustave Le Gray. Fue a partir de entonces cuando, en noviembre de 1849, se embarcó en esta aventura que realizó con la compañía de su amigo y también escritor Gustave Flaubert. A su vuelta a Francia, dejó la fotografía para dedicarse de lleno a la literatura.