El germen de esta utópica república, de apenas medio Kilómetro cuadrado, nació un 1 de abril de 1997, coincidiendo con la celebración del equivalente al día de los Santos Inocentes, en Lituania.
Los habitantes del barrio de Uzupis, en Vilna, decidieron declarar la independencia del territorio y fundar una república. Veinte años después, el lugar, lejos de volver a la mediocridad, ha sido repoblado y revitalizado con artistas y bohemios y todo un sistema social que también ha conseguido destacar como uno de los principales atractivos turísticos de la capital lituana.
Como detalla la publicación Infobae, Uzupis posee su propio equipo de gobierno, con presidente y ministros, y una Constitución, formada por 41 artículos, entre los que destaca el derecho a ser feliz de sus ciudadanos. Este territorio, sin inflación ni impuestos, también tiene su moneda, el Euroužas.
Por sus calles se respira el arte y la creatividad. Además, los visitantes pueden sellar sus pasaportes con los pintorescos sellos de Uzupis.