El terrible asesinato de la modelo se produjo en San Valentín de 2013, cuando fue disparada en la cabeza por Pistorius. Sin embargo, el atleta sudafricano alega que disparó porque creía que se trataba de un extraño que había entrado en la vivienda. Durante las sesiones judiciales, el fiscal Gerrie Nel ha acusado al deportista de "culpar a cualquiera" menos a él mismo.
No obstante, Simone admite que su familia se había planteado perdonar a Pistorius, pero su opinión cambio a raíz del inicio del juicio. De hecho, la hermana de Reeva insiste en la arrogancia del velocista durante los juicios celebrados y afirma que sus sentimientos hacie él se endurecieron debido a esta actitud. Simone acudió junto a su madre a la última sesión y define la experiencia como "aterradora". "Mi corazón se detuvo mientras caminaba y nos ignoraba", explica, "Me gusta pensar que su corazón se paró también".
Sin embargo, Simone no ha acudido al resto de sesiones, pues tenía que quedarse en su vivienda de Port Elizabeth cuidando a su padre. Afirma que su padre no quería estar en el juicio, pero que lo seguía obsesivamente desde la televisión de la cocina y, mirando a la pantalla, exclamaba: "¿Por qué? ¿Por qué has matado a mi querida Reeva?" Simone tampoco comprende por qué Pistorius cometió el crimen: "Nunca sabremos por qué lo hizo, pero destrozó su vida y la nuestra". No sintió ningún tipo de tristeza en el momento en el que el atleta lloró y vomitó en el juicio: "Mi madre se enfrenta a eso cada día". Además, no ha dejado de insistir en su actitud altiva: "Cuando acabó el juicio, se marchó como si fuera una estrella, mientras mi madre y yo nos escondíamos".
También ha acentuado la falsedad de Pistorius: "No me creo su testimonio ni que fuera a mudarse con Reeva y que estuvieran pensando en la decoración. Reeva era muy extrovertida y a mi madre le contaba todo. ¿Por qué no habría de decirle algo así?". Sin embargo, la amargura que siente hacia el deportista no se dirige también a sus hermanos, Carl y Aimee, presentes en las sesiones del juicio: "Ellos no mataron a mi hermana".
Tras la pérdida de su hermana, Simone renunció a su carrera y a su vida en Londres para vivir con sus padres en Sudáfrica. También desde este doloroso suceso han comprendido la terrible realidad que viven muchas más mujeres africanas: la violencia de género. Por ello, la familia planea abrir un centro en memoria de Reeva dedicado a las mujeres que se enfrentan a este drama cada día.