Rafael Amargo recuerda la lucha de Pablo Ráez

CHANCE 27/03/2017 08:59

Sin duda Pablo fue una persona muy querida por todos y es que el joven malagueño consiguió que la gente se animara a donar médula para enfermos de leucemia para que, como él, pudieran tener una segunda oportunidad. Entre los rostros conocidos que no faltaron a la cita estuvieron el actor Jorge Lucas, el bailaor Rafael Amargo u Olfo Bosé entre otros. Por su parte Rafael Amargo mostró su lado más sentimental y emotivo al recordar la enfermedad de su padre y es que no pudo evitar emocionarse al hablar de él.

CHANCE: A la misa en recuerdo a Pablo.

Rafael Amargo: Sí, la verdad es que en éstos momentos hay que estar aquí. Le sale a uno del alma, bueno a unir energías y fuerzas y la verdad que muy contento y con mucho sentimiento.

CH: ¿Le conocías personalmente a él?

R.A: No, pero he seguido toda su historia desde el primer momento.

CH: Un luchador, un ejemplo, una maravilla...

R.A: Un héroe. Con esa felicidad, esa alegría y esa vitalidad y dando ese ejemplo, hay que estar aquí.

CH: Una pena los casos que han salido ahora de gente que se ha inventado enfermedades y se ha aprovechado de vosotros los famosos...

R.A: Yo, en éste momento, hoy y ahora mismo, de lo que me acuerdo es de él. De su lucha, de esa energía y lo demás no entra en mi cabeza. Vengo a estar aquí en éste momento y lo demás no pertenece al día de hoy.

CH: Una maravilla también lo que hace el Padre Ángel.

R.A: También es una persona que acerca a mucho público que le cuesta más porque lo hace fácil de entender.

CH: No sé si en tú caso, ¿has tenido gente cercana que ha sufrido?

R.A: Sí, claro, quien no tiene hoy en día temas de cáncer en su casa, yo con la enfermedad de mi padre he sufrido mucho, pero gracias a Dios, cuando no eres tan joven, la enfermedad se puede luchar más, el problema es que cuando eres tan joven, que estás muy vivo y las células corren mucho más, bueno, vamos a entrar a la iglesia.

Aunque el bailaor no conocía personalmente a Pablo Raez no ha querido perderse el emotivo funeral que se ha celebrado en su honor.