El Prado recibe siete piezas de Óscar Alzaga de artistas como Velázquez y Ligozzi: "No podrían estar en un lugar mejor"

EUROPA PRESS 06/11/2017 15:17

"Los cuadros han sido siempre miembros de la familia y están felices aquí. No podrían estar en un lugar mejor", ha expresado el coleccionista en rueda de prensa para señalar que "una obra de arte alcanza "esa plenitud" cuando se expone en un museo y no en el domicilio.

La colección revela un gusto variado que va del retrato la pintura religiosa, o del paisaje a la alegoría. Así, se muestran la 'Alegoría de la Redención' (hacia 1587), de Jacopo Ligozzi; 'La imposición de la casulla a san Ildefonso' (hacia 1600), de Juan Sánchez Cotán; 'San Jerónimo' (hacia 164-1645) de Francisco de Herrera el Viejo; 'La Inmaculada Concepción' (hacia 1650) de Antonio del Castillo; 'San Juan Bautista joven en el desierto' (hacia 1753-54) de Antón Rafael Mengs; 'Manuela Isidra Téllez-Girón, futura duquesa de Abrantes' (1797) de Agustín Esteve y Marqués; y 'Paisaje' (1852) de Eugenio Lucas Velázquez.

Una colección "de autor", de un coleccionista cuya "personalidad transpira a través de las pinturas"; un conjunto de obras de artistas españoles en su mayoría pero obtenidas en el extranjero "recuperando el patrimonio"; y el "perfecto estado" en el que se encuentran las piezas", son las tres singularidades que ha destacado de la muestra el director adjunto de Conservación e Investigación del Museo del Prado, Andrés Úbeda.

Así, las siete piezas fueron obtenidas mediante subasta y han llegado a la pinacoteca en "perfecto estado", algo que se debe a la "visión de coleccionista" que tiene Alzaga. "La generosidad que se me atribuye por la donación no es tanta. La relación del que colecciona obras de arte no es la relación que tiene un propietario ordinario", ha señalado el coleccionista.

Para él, la propiedad de una obra de arte "es distinta" puesto que "pasas a estar a su servicio" ya que necesita "muchas medidas de cuidado". "El arte es un capítulo importante de la vida, no es lo mismo que un objeto de consumo", ha añadido tras definirse como un "cuidador" de sus piezas.

"Cuando te haces mayor, los cuadros te preguntan que qué va a pasar con ellos, y te hablan del paraíso. Y al hablar sobre el paraíso pensamos en el Prado", ha expresado. Así, ha relatado que cuando llamaron al Museo realizaron un análisis, de un año y medio, de su "honesta colección" compuesta por "treinta y tantos cuadros" y "ha elegido lo que le interesa con un criterio enormemente profesional".

"Le dijimos al Prado que cogiera los que quisiera y los que realmente completaran su discurso expositivo. Tenemos en casa algunos pintores que tienen nivel pero que por formato o por las características del cuadro son mucho menos importantes", ha explicado.

Por su parte, el presidente del Patronato del Museo del Prado, José Pedro Pérez-Llorca, ha generosidad que desprende "una donación como esta" y ha definido el gesto como "un acto que supone el conjunto de todos los bienes sin mezcla de mal alguno". "Me gustaría que este gesto se convirtiera en un acicate para muchas otras personas", ha añadido.