La periodista catalana Pilar Rahola hace una radiografía de las "luchas sociales" de la Barcelona de la Setmana Tràgica, en la novela situada entre 1906 y 1909 'Rosa de cendra' (Columna), ganadora del Premi Ramon Llull, ha explicado en una entrevista de Europa Press.
En la novela, Albert Corner regresa de la guerra de Cuba a la Barcelona de 1900 hecho un hombre nuevo, en una Catalunya que vive momentos de miedos e incertidumbres, pero también de ilusiones y esperanzas.
La autora ha explicado que su intención era viajar a este "momento muy específico" de la historia catalana como culminación de unas luchas sociales en las que hay sindicalismo, anarquismo, lerrouxismo, el surgimiento de Solidaritat Catalana y la represión del Estado, entre otros elementos.
Ha reivindicado que sus páginas son "una foto muy precisa, sorprendentemente precisa de lo que está pasando en el siglo XXI", aunque ha rechazado que la novela sea, sin embargo, una radiografía del 2017 con la lupa de 1909.
PERSONAJES DE MIRADA "PEQUEÑA"
"Me interesa mucho pasear por la historia y hacerlo con la mirada pequeña, de personajes que no fueron los grandes", ha explicado Rahola, cuya intención ha sido aflorar los grandes sentimientos y emociones del ser humano ante una situación crítica, como el miedo, la valentía, el heroísmo, la cobardía, el futuro incierto y el presente que se rompe.
De hecho, ha defendido que intenta construir un calidoscopio donde esté todo representado, sin tomar partido por los personajes y cada uno con sus grandezas y miserias porque "la mirada del escritor no es la mirada del opinador", sino que éste intenta entender la naturaleza humana en medio de situaciones intensas.
"Te sirve para ponerte en la piel de miradas que no son la tuya y también te ayuda a entenderte a ti misma", ha agregado la periodista, que asegura que trata de entender e interpretar todas las miradas del momento.
ECOS EN EL 2017
Rahola asegura que existen paralelismos entre aquella época y la Catalunya de 2017, como la dificultad del catalanismo político de ir unido y las tensiones internas, así como la relación con el Estado, que es siempre la misma: "Antes violenta y ahora con presión judicial".
En su opinión, también es homólogo el esfuerzo de la clase media de crear un catalanismo político "que sea de orden y confrontado con el Estado".
"En una época donde la política se resolvía con caballos y sables, latían las mismas emociones para resolver un conflicto eterno", ha concluido.
Ha asegurado que le gusta ayudar a difundir episodios de la historia de Catalunya de los que se conoce poco, como la Setmana Tràgica de la que, "aunque todo el mundo conoce algo, pocos son los que saben, salvo los historiadores".