Kevin Lawlor compró la única entrada que sus ahorros le permitieron, y que además no era barata. La ilusión por ir a ver a su ídolo se transformó en decepción nada más llegó al concierto. Justo delante de él había un cámara grabando el concierto que tapa toda la visión del escenario.
“He sido un fan de Adele desde su álbum ‘19’ y esta es la primera vez que podía ir a uno de sus conciertos. Es muy emocionante y significativo para mí porque mi hermano falleció hace dos años y la canción ‘Someone like you’ significa mucho para mí”, ha reconocido según recoge el ‘Mirror’. “Fue algo muy molesto para mí”, ha añadido.
Por este motivo ha decidido enviar una queja al Manchester Arena, lugar en el que se realizó el concierto. En ella ha mostrado su descontento por no haber recibido ninguna advertencia de que su asiento era de visión reducida. Y ha pedido que se le devuelva el dinero o le den otra entrada para otro concierto, y así poder remendar su “tarde arruinada”.