La joven cantante se movió de manera sensual al ritmo de su tema"We Can't Stop" y se arrancó la poca ropa que llevaba para quedar en un bikini color piel. Además, retó a la grada pasándose un dedo de gomaespuma por todo su cuerpo y el del cantante Robin Thicke, con quien compartía escenario. El presentador de la gala, Kevin Hart, no pudo evitar la broma: "Miley debería hacerse una prueba de embarazo".