Los hijos de Michael Jackson, Paris y Prince, se quedaron en estado de shock cuando vieron el cuerpo sin vida de su padre. Así lo ha explicado el jefe de seguridad del Rey del Pop en la segunda sesión del juicio que se sigue contra el médico Conrad Murray. El testigo ha asegurado que, en el momento del fallecimiento, la hija del cantante no paraba de llorar, mientras que su hijo se quedó paralizado sin nada que decir.
"Paris estaba llorando y Prince estaba ahí parado. Parecía en shock, con esa expresión en la cara cuando lloras en silencio", ha comentado Faheem Muhammad, jefe de seguridad de rey del pop en la segunda jornada del juicio.
"Fui y estuve con ellos, les hablé de algo unos segundos hasta que llegó la niñera. Después fuimos al piso de abajo y los llevamos a otro lugar", ha señalado el agente.
El jefe de seguridad ha declarado que cuando se personó en la habitación donde yacía Jackson, Murray estaba "muy nervioso". "Estaba sudando", ha asegurado.
Por su parte, otro miembro de la seguridad del cantante ha asegurado que el médico les pidió ayuda. "El doctor Murray preguntó si alguno de nosotros sabía practicar la reanimación cardiopulmonar". Además, ha señalado que el médico pidió no llamar a Emergencias.
En la primera jornada del juicio contra Conrad Murray, el fiscal David Walgren presentó una imagen del cuerpo de Michael Jackson en una camilla con una sonda nasal dispuesta en el rostro ya inexpresivo. Sin embargo, la imagen fue retocada por la acusación, que quería darle un toque dramático para hacerla lo más dolorosa.
Además, en la primera sesión, también se difundió una grabación, tomada por el propio Murray en mayo de 2009 en la que se escucha a un balbuceante Jackson en un estado de aturdimiento.
Más de dos años después de la repentina muerte del Rey del Pop, su médico personal se sienta en el banquillo de los acusados como el presunto causante de la muerte del artista por mala praxis. De demostrarse la culpabilidad del médico, Murray pasará cuatro años en prisión.