Las almas marginadas de la sociedad georgiana buscan la luz en 'Soy un rayo de sol en la Tierra'

EUROPA PRESS 24/10/2017 17:18

Ella, una prostituta que acaba de pasar la noche en la cárcel por ejercer su profesión y él, un inmigrante nigeriano que terminó por error en el país balcánico cuando iba camino de la Georgia estadounidense, se conocen durante una noche en la que parecen acabar prendados.

Sin embargo, para impotencia del espectador, la única opción para ellos es el desapego a cualquier sentimiento que pueda parecer humano. A Naveriani le basta una hora para retratar la crudeza de una sociedad violenta y hostil por obligación, en la que incluso los niños juegan a aniquilarse entre sí.

A través de la normalización de estas despiadadas existencias, la realizadora georgiana logra romper con los estereotipos que rodean a la prostitución, la inmigración o la marginalidad que luchan por encontrar rayos de sol en una tierra lúgubre y fría.

Precisamente, la película hace referencia a unos versos de la obra del revolucionario escritor caribeño Frantz Fanon, quien fue uno de los personajes clave en la lucha anticolonialista del siglo XX.

LA DIRECTORA

Elene Navierani nació en 1985 en Tiflis (Georgia) y en 2003 comenzó sus estudios de Pintura en la Academia Estatal de Arte de dicha ciudad. Se graduó en 2007 con un proyecto final en grupo y, durante cinco años, formó parte del colectivo de artistas LOTT.

En 2009 cursó un máster en Cibermedios para el Comisariado Crítico, y a continuación se matricula en el departamento de 'Cinéma/Cinéma du Réel' de la Haute École d'Art et de Design (HEAD), donde se graduó en 2014. Tras dirigir en 2014 su primer cortometraje, 'Les Évangiles d'Anasyrma', 'Soy un rayo de sol en la Tierra' es su debut en el largometraje.