El periodista radiofónico Jordi Basté ha debutado en la ficción literaria junto al dramaturgo Marc Artigau en la novela 'Un home cau' (Rosa dels Vents), que es al mismo tiempo "un canto de amor a Barcelona", han explicado ambos autores en rueda de prensa este miércoles.
Una noche, mientras el detective privado Albert Martínez cena junto a un amigo de la universidad, es testigo de una escena inquietante: dos hombres se acercan al espigón y gesticulan, y al cabo de un rato sólo regresa uno, de modo que comienza una investigación que le llevará a descubrir oscuros secretos de una adinerada e influyente familia, y que tiene como personaje también a una Barcelona gastrónoma, nocturna y oculta.
"¿Quién quiere irse de Barcelona? Es una ciudad que para los que vivimos en ella forma parte del mobiliario de la casa, la tenemos aquí, pero tendríamos que quererla un poco más", ha dicho Basté.
El periodista ha defendido que esta novela es una declaración de amor hacia la ciudad: el resultado es "una Barcelona muy mestiza" y que pasa por la plaza de la Mercè, el restaurante Set Portes, la Barceloneta, Sarrià, Gràcia y los barrios conocidos por los barceloneses, con calles pequeñas.
"Nos lo hemos pasado muy bien", ha asegurado Basté, que ha confesado que nunca había trabajado en pareja, pese a que le gusta hacerlo mucho en equipo.
BARCELONA GASTRÓNOMA
En sus páginas, aparecen restaurantes de Barcelona con críticas sobre cómo se come en ellos, con pequeños rincones gastronómicos de la ciudad que el lector descubrirá.
El título ('Un hombre cae') es tanto literal --sobre el hecho que presencia el protagonista-- como figurado --sobre la caída de diversas personas durante la historia--, ha detallado Artigau.
Además, la novela tiene su propia banda sonora colgada en la plataforma Spotify, con una quincena de canciones de Albert Pla, Adrià Puntí y Giulio Caccini, entre otros.
En este sentido, Basté ha confesado la importancia que tuvo el detective Pepe Carvalho, de Manuel Vázquez Montalbán, en su infancia, mientras que Artigau ha añadido que esta novela también tiene elementos de la mirada barcelonesa de Eduardo Mendoza.
Para trabajar a cuatro manos, han optado por un juego de distintos puntos de vista y así han podido ir escribiendo cada uno a su aire: Basté ha imprimido en sus páginas una voz muy radiofónica que permitirá a los lectores adivinar rápidamente quién ha escrito qué: "Las voces narrativas son diferentes".
A la espera del éxito que pueda cosechar esta novela, ambos autores no descartan conformar un tándem narrativo que tenga nuevas entregas, en las que se mantendrá Barcelona como telón de fondo.