El historiador y sociólogo francés Ivan Jablonka ha retratado la "invisibilidad" de la Francia periurbana y rural y de la violencia contra la mujer en la novela 'Laëtitia o el fin de los hombres' (Anagrama/Libros del Zorzal), que reconstruye el asesinato de una joven en el oeste del país galo en 2011 desde un prisma amplia de las ciencias sociales.
En rueda de prensa este miércoles, ha explicado que la muerte de la joven se convirtió en un asunto de Estado con la implicación del presidente Nicolas Sarkozy, los jueces y los medios de comunicación que puso sobre la mesa una Francia sobre la que no se habla en la literatura ni en los medios de comunicación y que solo se hace en elecciones cuando "vota mal".
Jablonka ha asegurado que la muerte de Laëtitia tenía "varios interesantes políticos" ya que permitía atacar a los jueces, un endurecimiento penal e instrumentalizar el miedo, calificando éste último como uno de los grandes enemigos en las democracias.
El autor ha afirmado que su interés como historiador ha sido siempre la infancia, y que el caso de Laëtitia "no es una anécdota, es un hecho social, cómo en menos de 20 años ha podido ser destruida de esta manera", recordando que nació en un ambiente pobre, su madre fue violada por su padre y vivió en una familia de acogida, desactivando su sistema de defensa.
Ha subrayado que, tanto en historia como en novela, en los relatos de crímenes se pone el acento en el asesino, pero que en su libro se ha focalizado en la ausencia de la víctima y en arrojar luz a la violencia que se ejerce sobre las mujeres: "No era hablar de la muerte de Laëtitia, sino de su existencia".
FUENTES
Para ello, Jablonka se ha entrevistado con allegados a Laëtitia, ha tenido acceso a su página personal de Facebook, su expediente social y a la investigación policial, lo que le permite "contar cosas ciertas", en un intento de incluir la fosforescencia y ganas de vivir de la joven y de retratar la vulnerabilidad de los niños y la violencia contra las mujeres.
El autor ha defendido su escritura en el que trabaja en la frontera de varios géneros --historia, ciencias sociales, biografía y novela negra--, y ha subrayado que para escribir sobre acontecimientos históricos es necesario encontrar un equilibrio entre distancia y empatía: "Creo que la historia es una literatura contemporánea".
SITUACIÓN EN CATALUNYA
Ha asegurado sentirse contento como historiador por llegar a Barcelona en medio de "jornadas históricas" sobre el futuro de Cataluña y España, y en un momento con el hashtag #metoo, que denuncia agresiones sexuales a mujeres, que entronca con uno de los temas que trata en su libro.
Preguntado por la situación política, ha afirmado que siente ambivalencia, ya que, como ciudadano, cree que los pueblos tienen derecho a la autodeterminación pero, como francés, también el de vivir en un estado nación sólido, y ha considerado que entiende que para la mayoría de países europeos se trata de un tema con un "carácter explosivo" porque podría replicarse en Córcega, Bretaña y el norte de Italia.