Este fenómeno, cuyas causas se cree que podrían ser la condenación, la filtración de agua o colonias bacterianas, se produce entre los meses de febrero y junio. Paralelamente se ha detectado una colonia de microorganismos y se ha registrado un aumento de la temperatura de la cueva entre medio y un grado, "no se sabe si debido a la presencia humana".
Así lo ha explicado el consejero de Cultura, José Ramón Ruiz, en el Pleno del Parlamento, en respuesta a una interpelación del PP sobre la última reunión del Patronato, en la que se acordó mantener el volumen de visitas anuales pero distribuirlas de forma distinta en los meses que "más sufre la cueva", y hacer un estudio de las canalizaciones y vegetación de la cubierta de la cavidad para determinar si ese es el origen de los goteos.
El portavoz del PP, Iñigo Fernández, quería que el Gobierno expusiera su posición y opinión respecto a los acuerdos del Patronato, y el consejero ha explicado que es una posición de "cautela y prudencia", de forma que la cueva pueda ser visitada por "el mayor número de ciudadanos, siempre y cuando no se ponga en riesgo y "no haya contradicción" con los informes de la comisión de seguimiento del plan de conservación.