Cavill es el primer actor no americano que interpreta a Superman, circunstancia que, en cualquier caso, no le resulta realmente relevante, puesto que, a su juicio, este personaje es "universal". "Ser el primero en lo que sea siempre hace ilusión y como británico, el orgullo patrio me gusta, pero interpreto a un alien con problemas de integración y no lo veo como una cuestión de ser un icono americano interpretado por un británico", ha explicado.
El intérprete no ha dejado pasar la posibilidad de fantasear jocosamente con los poderes del legendario superhéroe, y ha admitido que le gustaría volar para así "no tener que estar esperando en el aeropuerto, ni arriesgarte a que te retrasen el vuelo".
Tras conocer que en su primer fin de semana en Estados Unidos la cinta lidera la taquilla con 125 millones de dólares recaudados, Cavill ha asegurado que no es de los que se preocupa demasiado por el fracaso, ya que prefiere centrarse en el éxito. "Me parece poco útil sentarte a preocuparte por el fracaso una vez has hecho el trabajo. Hay que dejar que las cosas fluyan", ha reflexionado.
"El lado humano de Superman"
Los productores, por su parte, destacan que esta cinta es diferente al resto de las protagonizadas por el superhéroe porque indaga en su "lado humano" y lo muestra "luchando e inseguro". En su opinión, en esta película se ve una "especie de viaje de autodescubrimiento, con sus momentos íntimos y emotivos".
El director del filme, Zack Snyder, ha admitido ser muy fan de los comics de superhéroes, y ha señalado que se ha tomado este proyecto como una "reivindicación" en general de todos ellos. Además, ha añadido que durante el proceso ha redescubierto la "pureza mítica" de Superman.
Sobre las hipotéticas a la par que inevitables críticas de los fundamentalistas del personaje, Snyder ha dicho que no siente temor al respecto, pues "de alguna manera" él también forma parte de ese grupo de fanáticos.
Tras recalcar la implicación total de todos los participantes en esta cinta, ha asegurado que para él hacer películas es "el mejor trabajo del mundo". "Soy bastante relajado en el plató, y me definiría como un cineasta que sabe fotografiar más que dirigir", ha finalizado.