Este ha sido uno de los anuncios de la presidenta de esta empresa, Iole Siena, quien también ha desvelado que en otoño llegará la exposición en torno a la figura de la artista Tamara de Lempicka.
Siena ha afirmado que, entre los planes de futuro de Arthemisia está el de quedarse en Palacio de Gaviria "a largo plazo", incluyendo una reforma del espacio para seguir adecuándolo como centro de exposiciones.
Asimismo, la empresa está desarrollando una expansión en la Península Ibérica --acaba de abrir la exposición de Escher en Lisboa, en el Museo de Arte Antiga--. En el caso de España, están buscando expandirse a otras ciudades como Sevilla o Barcelona, además de planear otros proyectos en Estados Unidos y Asia.
Uno de los motivos argumentados para esta apuesta de expansión es el del retorno económico que se genera con las exposición. Según sus estimaciones, cada una de ellas genera un volumen de transacciones entre 3 y 4 millones de euros (entre proveedores, trabajadores o materiales).
Además, hay "efectos paralelos" en el entorno de cada sede expositiva. En Italia, sus estimaciones apuntan a que cada visitante a una de sus exposiciones genera un movimiento económico en la ciudad --aparte del precio de la entrada-- de unos 60 euros --Siena ha señalado que, en España, pese a no haber un estudio fijo, las estimaciones apuntan a 50 euros por visitante--.
La empresaria ha recordado que no cuentan con apoyo económico de instituciones o subvenciones y su principal fuente de ingresos son el público, con la venta de entradas y de catálogos. Arthemisia tiene un equipo formado casi íntegramente por mujeres (50 personas, de las cuales solo dos son hombres) que viaja con cada exposición para adaptarla a las distintas sedes.