Con parte del público ya dentro, comenzaron los problemas, inicialmente derivados de un fallo en el sistema de lectura de entradas en las puertas.
Sin embargo, al cabo de unos minutos se anunciaba desde el escenario que había una "amenaza para la seguridad" indeterminada, por lo que había que proceder a evacuar el pabellón.
Así las cosas, con casi todo el público fuera de The Globe, el personal de seguridad registró todo el lugar, tanto en los graderíos como en la propia pista.
Poco después varios medios informaron de que la policía había detenido a un hombre armado que fingía ser agente.
Más de dos horas después de la hora prevista para el inicio del show, los organizadores, aconsejados por la policía, finalmente decidieron posponer este concierto hasta este próximo martes 22 de septiembre, mientras miles de personas se agolpaban a las puertas de The Globe a la espera de noticias oficiales.
Minutos después, la propia banda irlandesa publicó un comunicado en el que anunciaba el aplazamiento del recital debido a una "brecha" en la seguridad, recalcando que para ellos el público es lo más importante, por lo que no podían ofrecer el concierto en esas circunstancias de incertidumbre.