Se trata de una obra mural de gran escala y esculturas de medio formato en acero, piedra o tierra chamota que completan el espacio expositivo con obra en papel en diversos formatos; collages, dibujos de manos, gravitaciones y, muy especialmente, libros de artista.
Por otra parte, la muestra repasa la biografía de Eduardo Chillida y recuerda su temprano éxito en EEUU donde su trabajo fue acogido en museos como en el Museum of Fine Arts de Houston, el Carnegie Institute de Pittsburg y el Solomon Guggenheim de Nueva York. Además, el escultor recibió numerosos premios y reconocimientos como el Graham Foundation Award en Chicago y realizó importantes monumentos públicos en ciudades como Houston, Washington o Dallas.
La exposición continua además la tradición del museo de Dalí por contextualizar la colección permanente de Salvador Dalí a través de artistas con un parentesco histórico y cultural. En palabras de Jeffett: "Esta exposición de Chillida explora el interés del artista por el espacio y la forma orgánica. Ya estuviera trabajando en una escultura monumental o en un delicado collage, creó siempre composiciones cuidadosas y equilibradas".
Asimismo, ha señalado que el Museo Dalí se enorgullece de presentar esta importante figura del arte de posguerra y ha recordado que Chillida fue conocido por la creación de esculturas monumentales en entornos públicos, pero que, sin embargo, "la muestra ofrece a los visitantes la oportunidad única de ver una completa selección de su obra en muchos medios, sin tener que viajar por el mundo".