Amber Heard nunca habría alertado a las autoridades policiales del supuesto maltrato que sufría. Por eso, Tillet Wright decidió dar el paso y denunciar. "Cada vez que pasaba algo lo primero en lo que ella pensaba era protegerle a él. Porque cada vez que lo hacía, volvía con disculpas y arrepentimiento asegurando que no lo volvería a hacer. Ella quería creer que su comportamiento era temporal", asegura la amiga de la actriz.
Explica que la violencia comenzó con una patada en un avión privado y continuó con empujones y algún puñetazo ocasional. Pero en diciembre del pasado año llegó uno de los episodios más violentos de la pareja, ahora separada: "Amber despertó con la almohada cubierta de sangre. Lo sé porque fui a su casa. Vi la almohada con mis propios ojos. Vi el labio roto y los mechones de pelo en el suelo. Ella lloraba y gritaba".
Wright escribe entonces que entiende perfectamente la extrañeza y la incredulidad de Heard ante la violencia del actor. "Le conocí como un hombre suave y amable, con su temperamento y su lado oscuro, pero con un corazón de oro. Yo tampoco quería creer lo que estaba pasando, hasta que vi los daños", añade.
La amiga de Amber Heard explica que en otra ocasión le dijo que Depp había dado un cabezado a su entonces pareja en un ataque de ira. "Cuando pasó otra vez, cuando estaba al teléfono con ambos y le escuché decir '¿Y si te tiro del pelo?' y ella pidiéndome ayuda, me cuestioné como muchas otras veces si debería romper el código de silencio que rodea a las celebridades y contactar con la policía".
Entonces cogió el teléfono y marcó el número de Emergencias y denunció los supuestos malos tratos que Amber Heard estaba recibiendo a manos de Johnny Depp. Decidió que con su silencio había estado "protegiendo al abusador, estaba permitiendo el abuso y no podía seguir formando parte de aquello".