La iniciativa, en coproducción con la Philharmonie de Berlín y el Carnegie Hall de Nueva York entre otros, cerrará con la interpretación de los testamentos musicales para piano de los cuatro compositores, que se encuentran entre el clasicismo y le Romanticismo y con la ciudad de Viena como denominador común, en el ciclo Palau 100.
Schiff interpretará con matices que van desde la elegancia a la introspección las últimas sonatas escritas entre 1789 y 1828 que ofrecen el misterio de las obras finales de los compositores.
Se trata de la Sonata para piano núm. 18, en Re mayor, KV 576 de Mozart; la Sonata para piano núm. 32, en Do menor, op. 111 de Beethoven; la Sonata para piano núm. 62, en Mi bemoll mayor, Hob. XVI:52 de Haydn, y la Sonata para piano núm. 21, en Si bemoll mayor, D. 960 de Schubert.
Este proyecto se suma a otras iniciativas del Palau con el objetivo de crear vínculos más estrechos con artistas, formaciones y intérpretes.