"Hay mucha máscara y mucho filtro, y hay mucha falta de verdad en las redes sociales. Muchas veces las cosas se hacen para ser expuestas y así tener una aprobación, desde una comida o un paseo, hasta algo más íntimo", ha expresado la autora en una entrevista con Europa Press.
En este sentido, ha aludido al título del libro, 'A calzón quitado', para expresar que con él habla con sinceridad y honestidad, desde su verdad y desde lo que siente. "Es lo que el personaje, natural y despojado, siempre quiso demostrar. En las redes hay mucha careta", ha apostillado.
A su juicio, el personaje ha sido capaz de conectar con "un público muy amplio" por tratar temas de los que la "gente a veces no habla". "A lo mejor las personas necesitan eso, que alguien hable de manera cruda de las cosas que nos pasan a todos sin tanto postureo. A veces se agradece", ha recalcado para reconocer que cuando "le da vergüenza" realizar alguna viñeta, recuerda que "conecta con las personas por eso", y siempre acaba "lanzándose".
Guerrero, a través de La Volátil, habla desde la elección de un desodorante o los problemas de la depilación, hasta emociones "mucho más profundas". "Lo más complicado es ilustrar las emociones. Una emoción no es tangible, y cada persona la siente de una manera diferente. Pero cuando termino una imagen que habla de sentimientos, me siento muy satisfecha", ha añadido.
Según ha precisado, el personaje nació cuando Guerrero comenzó a realizar su diario íntimo, y más tarde se dio cuenta de que lo que relataba "no le ocurría sólo a ella y a sus amigos", sino a todas las personas que seguían su trabajo por las redes.
En este contexto, ha explicado que aunque antes se fijaba en "su día a día" a la hora de dibujar, en la actualidad la Volátil tiene "identidad propia" y van "caminando a la par". "El personaje ya tiene tanta personalidad y carácter que le pasan cosas solo a ella", ha señalado.
En cualquier caso, la argentina "siempre quiere hacer diferente cada libro". Por ello, tras su novela gráfica 'Diario de una volátil'; 'La volátil Mamma mía', dónde habla de su propia experiencia de embarazo'; y 'Erase una vez', donde relata una etapa de su vida "muy oscura" donde el personaje se muestra "de otra manera", vuelve con una Volátil "no muy típica".
"Para hacer este libro me fijé en lo que estaba haciendo últimamente y vi que el personaje estaba siempre solo, sin un entorno, un escenario o el soporte de un personaje extra. Estaba ella sola y a partir de una connotación o un objeto, hacía algo", ha relatado para explicar que decidió "contar mucho con poco".
De este modo, este cuarto libro se presenta como una sucesión de "postales o fotos", donde el personaje aparece solo y la hoja se "reduce casi al blanco". "No hay casi texto, nunca lo había hecho así, me parecía arriesgado pero quería llegar a esa simplificación del personaje", ha concluido.