Hace unos meses que llegó una nueva dirección a Abercrombie & Fitch y ésta ha apostado por desligarse de un marketing tan agresivo y que le ha valido no pocas críticas.
Así que los empleados que lucían sus abdominales desnudas, nada de bigote y un perfume cautivador, estarán a partir de ahora vestidos también de cintura para arriba.
La nueva dirección ha decidido igualmente acabar con la música fuerte y la luz tenue que había en todas sus tiendas. La nueva estrategia da protagonismo, ha explicado la firma, a la experiencia de compra, y al consumidor.