El joven de Wythenshawe, un pequeño pueblo de Manchester, sufría de una malformación arteriovenosa, que causaba un ensanchamiento de las arterias de su pecho. Después de haberse sometido a una mastectomía en el Hospital Infantil de Birmingham, se ha convertido en el único niño de Reino Unido que ha recibido esta operación.
La malformación provocaba que el joven tuviera constantemente el pecho abultado. Tanto es así, que su profesor pensó en más de una ocasión que escondía algo bajo su camiseta. Ahora que los médicos le han extraído el pectoral derecho, lo único que le ha quedado a Deakin es una cicatriz. Según le ha explicado la madre del pequeño al diario Mirror, esto suponía al principio un problema para él, pero ahora Deakin sabe cómo sacarle partido a su situación: le dice a todas las chicas que le mordió un tiburón y que por eso tiene una cicatriz.