Desde entonces, han sido cientos de perros los que también han sido clonados. Todo ello ofrece la oportunidad de aprender más cosas sobre los beneficios e inconvenientes que pueden tener la clonación de animales. Y ahora, se ha dado un paso más, ya que los investigadores de Seúl, junto con otros compañeros de Michgan State e Illinois han dado a conocer que han clonado al primer perro clon de la historia.
El perro afgano, de nombre Tai, fue con quién comenzó esta historia de clones. La manera en la que se produjo tal hecho fue insertando sus células en los óvulos de una donante hembra tras extraer el núcleo original, implantándolo posteriormente en su útero.
De esa clonación nació Snuppy, quien tuvo una vida de lo más normal en el campús de la universidad surcoreana. Y fue cuando tenía cinco años, cuando los investigadores recogieron células madres de Snuppy y las usaron para inseminar a otras hembras. De los 94 embriones implantados surgieron cuatro embarazos y nacimientos exitosos, aunque uno de los pequeños cachorros murió, dejando al final tres clones del primer perro clonado de la historia.
Todo se ha conocido porque recientemente se ha publicado el artículo científico en Scientific Reports, en donde se explica todo el proceso, en el que se indica que los cachorros, a los nueve meses de nacer, parecían sanos y normales.
Los motivos para realizar esa clonación de una clonación son intentar aprender más sobre la viabilidad de este proceso, ya que los científicos desconocen aún si los animales clonados pueden llegar a sufrir defectos de nacimientos que no se conocen. También pretenden conocer si la vida en animales clonados es más corta que la de los otros animales.
Así, por este y otros casos, existe cada vez más el pensamiento de que la clonación no afecta a la vida de los animales en esos dos aspectos. Eso sí, aún queda por conocer estos aspectos en los clones de los clones, por eso esta investigación puede llegar a tener tanta importancia.